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Inflación Subyacente: ¿Qué es y cómo afecta tu economía?

Inflación subyacente

La inflación es un tema que afecta a todos, pero ¿Qué es la inflación subyacente y por qué es importante entenderla? Este artículo te guiará a través de los conceptos básicos de la inflación subyacente, su cálculo, importancia y sus implicaciones en la economía actual. Aprenderás a diferenciarla de la inflación general y a comprender su relevancia para la toma de decisiones tanto a nivel individual como empresarial.

Inflación subyacente

¿Qué es la inflación subyacente?

La inflación subyacente es un indicador económico que mide el cambio en los precios de bienes y servicios, excluyendo aquellos que son considerados volátiles, como los alimentos no elaborados y la energía. Se utiliza para obtener una visión más precisa de la tendencia inflacionaria a largo plazo, ya que elimina las fluctuaciones temporales que pueden distorsionar la medición de la inflación general.

En otras palabras, la inflación subyacente busca reflejar el verdadero ritmo de crecimiento de los precios en la economía, eliminando el «ruido» generado por factores externos o estacionales que afectan a productos específicos. Es una herramienta fundamental para los bancos centrales y los analistas económicos a la hora de evaluar la estabilidad de precios y tomar decisiones de política monetaria.

Características de la inflación subyacente

  • Mayor estabilidad: Al excluir los componentes volátiles, la inflación subyacente presenta una evolución más estable que la inflación general, mostrando una tendencia más clara a lo largo del tiempo.
  • Reflejo de presiones inflacionarias subyacentes: Se considera un mejor indicador de las presiones inflacionarias de fondo en la economía, ya que no se ve afectada por shocks puntuales en precios específicos.
  • Útil para la toma de decisiones: Los bancos centrales utilizan la inflación subyacente como una herramienta para evaluar la efectividad de sus políticas monetarias y para tomar decisiones sobre las tasas de interés.
  • Menos susceptible a la manipulación: Al estar basada en una canasta más amplia de bienes y servicios, la inflación subyacente es menos susceptible a la manipulación que la inflación general.

Tipos de inflación subyacente

Si bien el concepto de inflación subyacente es general, existen diferentes enfoques para su cálculo, lo que da lugar a distintos «tipos» de inflación subyacente:

  • Inflación subyacente excluyendo alimentos y energía: Es el método más común y consiste en eliminar del índice de precios al consumidor (IPC) los precios de los alimentos no elaborados y la energía.
  • Inflación subyacente ajustada estacionalmente: Se ajusta el IPC para eliminar las variaciones estacionales en los precios, como las que se producen en productos agrícolas o en el turismo.
  • Inflación subyacente mediante medidas de núcleo: Se utilizan métodos estadísticos para identificar y eliminar los componentes más volátiles del IPC, como los percentiles o la media recortada.
  • Inflación subyacente basada en modelos: Se utilizan modelos econométricos para estimar la inflación subyacente a partir de una serie de variables macroeconómicas.

Cada uno de estos tipos de inflación subyacente tiene sus propias ventajas y desventajas, y su elección dependerá del contexto específico y de los objetivos del análisis.

Cálculo de la inflación subyacente

El cálculo de la inflación subyacente se basa en la exclusión de ciertos componentes del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es el indicador más utilizado para medir la inflación general. Existen diferentes métodos para calcular la inflación subyacente, cada uno con sus propias características y ventajas.

Métodos de cálculo

  • Exclusión directa: Este es el método más simple y consiste en eliminar directamente del IPC los componentes considerados volátiles, como los alimentos no elaborados y la energía. Se calcula la variación porcentual del IPC sin estos componentes para obtener la inflación subyacente.
  • Medidas de núcleo: Se utilizan métodos estadísticos para identificar y eliminar los componentes más volátiles del IPC. Algunos ejemplos son:
    • Media recortada: Se ordenan las variaciones de precios de todos los componentes del IPC y se eliminan un porcentaje de los valores más altos y más bajos (por ejemplo, el 10% superior e inferior). Se calcula la media de las variaciones restantes para obtener la inflación subyacente.
    • Percentiles: Se calcula la variación del precio en un percentil específico del IPC (por ejemplo, el percentil 50 o mediana). Esto permite eliminar los valores extremos y obtener una medida más robusta de la inflación subyacente.
  • Modelos econométricos: Se utilizan modelos estadísticos que relacionan la inflación con otras variables macroeconómicas para estimar la inflación subyacente. Estos modelos pueden ser más complejos, pero permiten obtener una medida más precisa y ajustada a las características específicas de cada economía.

Componentes excluidos y por qué

Los componentes que se excluyen del IPC para calcular la inflación subyacente son aquellos que presentan una alta volatilidad en sus precios, es decir, que fluctúan mucho en periodos cortos de tiempo. Los más comunes son:

  • Alimentos no elaborados: Los precios de los alimentos frescos (frutas, verduras, carnes) son muy sensibles a factores climáticos, estacionales y a las variaciones en la oferta y la demanda.
  • Energía: Los precios de la energía (petróleo, gas, electricidad) están sujetos a fluctuaciones en los mercados internacionales, a factores geopolíticos y a las políticas energéticas de cada país.

Estos componentes se excluyen porque sus variaciones a corto plazo pueden distorsionar la medición de la inflación subyacente y no reflejan las verdaderas presiones inflacionarias de fondo en la economía. Al eliminarlos, se obtiene una medida más estable y precisa de la tendencia inflacionaria a largo plazo.

Es importante destacar que la elección de los componentes a excluir puede variar según el país y la institución que realiza el cálculo de la inflación subyacente. Algunos países pueden excluir también otros componentes como el tabaco o los servicios de transporte, dependiendo de sus características específicas.

Importancia de la inflación subyacente

La inflación subyacente juega un papel crucial en la economía y es una herramienta fundamental para la toma de decisiones tanto a nivel de política monetaria como para el análisis económico en general.

Para la política monetaria

Los bancos centrales utilizan la inflación subyacente como un indicador clave para evaluar la estabilidad de precios y para tomar decisiones sobre las tasas de interés. Al ser una medida más estable que la inflación general, la inflación subyacente permite a los bancos centrales:

  • Identificar las presiones inflacionarias subyacentes: La inflación subyacente refleja mejor las presiones inflacionarias de fondo en la economía, ya que no se ve afectada por las fluctuaciones temporales en los precios de alimentos y energía.
  • Evaluar la efectividad de la política monetaria: Los bancos centrales pueden utilizar la inflación subyacente para evaluar si sus políticas monetarias están teniendo el efecto deseado en la contención de la inflación.
  • Tomar decisiones sobre las tasas de interés: Si la inflación subyacente se encuentra por encima del objetivo del banco central, esto puede indicar la necesidad de subir las tasas de interés para enfriar la economía y controlar la inflación. Por el contrario, si la inflación subyacente es baja, el banco central podría considerar bajar las tasas de interés para estimular la economía.

En resumen, la inflación subyacente proporciona a los bancos centrales una visión más clara de la tendencia inflacionaria a largo plazo y les permite tomar decisiones más informadas sobre la política monetaria.

Como indicador económico

La inflación subyacente también es un indicador económico importante que proporciona información valiosa sobre el estado de la economía.

  • Reflejo de la demanda agregada: Un aumento sostenido de la inflación subyacente puede indicar un exceso de demanda en la economía, lo que podría llevar a un sobrecalentamiento y a un aumento generalizado de los precios.
  • Señal de presiones salariales: La inflación subyacente puede reflejar también las presiones salariales en la economía. Si los salarios aumentan por encima de la productividad, esto puede generar un aumento de los costes de producción y, en consecuencia, de los precios.
  • Indicador de la salud económica: Una inflación subyacente estable y moderada es un signo de una economía saludable, mientras que una inflación subyacente alta o volátil puede ser un síntoma de problemas económicos subyacentes.

En definitiva, la inflación subyacente es un indicador clave para comprender la dinámica de la economía y para anticipar posibles riesgos inflacionarios. Su seguimiento y análisis son fundamentales para la toma de decisiones tanto a nivel de política económica como para las empresas y los hogares.

Inflación subyacente vs. Inflación general

La inflación subyacente y la inflación general son dos medidas de la inflación que se utilizan para evaluar el cambio en los precios de bienes y servicios. Si bien ambas miden la inflación, existen diferencias importantes entre ellas, tanto en su cálculo como en su interpretación.

Ventajas y desventajas de cada medida

CaracterísticaInflación subyacenteInflación general
ComponentesExcluye alimentos no elaborados y energíaIncluye todos los bienes y servicios del IPC
VolatilidadMenor volatilidad, más estableMayor volatilidad, fluctuaciones a corto plazo
Reflejo de la tendencia a largo plazoMejor indicador de la tendencia inflacionaria a largo plazoPuede verse distorsionada por factores temporales
Utilidad para la política monetariaHerramienta clave para los bancos centralesMenos útil para la toma de decisiones de política monetaria
InterpretaciónRefleja las presiones inflacionarias subyacentesRefleja el cambio en el coste de la vida en general

Cuándo usar cada indicador

  • Inflación subyacente:
    • Para evaluar la tendencia inflacionaria a largo plazo.
    • Para tomar decisiones de política monetaria.
    • Para analizar las presiones inflacionarias subyacentes en la economía.
  • Inflación general:
    • Para medir el cambio en el coste de la vida para los consumidores.
    • Para ajustar salarios y contratos.
    • Para comparar la inflación entre diferentes países.

En resumen, la inflación subyacente y la inflación general son dos medidas complementarias de la inflación. La elección de cuál utilizar dependerá del objetivo del análisis y del contexto específico. Para un análisis a largo plazo y para la toma de decisiones de política monetaria, la inflación subyacente es más útil. Para medir el impacto de la inflación en los consumidores y para realizar comparaciones internacionales, la inflación general es más apropiada.

La inflación subyacente en la economía actual

La inflación subyacente se ha convertido en un tema central en la economía actual, especialmente en un contexto de incertidumbre global y presiones inflacionarias crecientes. Analizar las tendencias recientes de la inflación subyacente y sus implicaciones para consumidores y empresas es fundamental para comprender la dinámica económica actual.

Tendencias recientes

En los últimos años, se ha observado un aumento generalizado de la inflación subyacente en muchas economías del mundo. Este aumento se debe a diversos factores, entre los que destacan:

  • Recuperación económica post-pandemia: La reactivación de la demanda tras la crisis del COVID-19 ha generado presiones inflacionarias en algunos sectores, especialmente en aquellos con limitaciones en la oferta.
  • Disrupciones en las cadenas de suministro: Los problemas logísticos y la escasez de algunos insumos han provocado un aumento en los costes de producción, que se han trasladado a los precios finales.
  • Aumento de los precios de la energía: La guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas han generado un fuerte incremento en los precios de la energía, lo que ha impactado en los costes de producción y en la inflación subyacente.
  • Políticas monetarias expansivas: Las políticas monetarias expansivas implementadas por los bancos centrales durante la pandemia, como la reducción de las tasas de interés y la compra de activos, han contribuido a un aumento de la liquidez en el mercado y a presiones inflacionarias.

Si bien el aumento de la inflación subyacente es un fenómeno global, la magnitud y las causas específicas varían según cada país. En algunos casos, se han observado niveles de inflación subyacente que no se veían desde hace décadas, lo que ha generado preocupación sobre la posibilidad de una Hiperinflación en el futuro.

Implicaciones para consumidores y empresas

El aumento de la inflación subyacente tiene importantes implicaciones tanto para los consumidores como para las empresas:

Consumidores:

  • Pérdida de poder adquisitivo: El aumento de los precios erosiona el poder adquisitivo de los consumidores, especialmente aquellos con ingresos fijos o bajos.
  • Cambios en los patrones de consumo: Los consumidores pueden verse obligados a ajustar sus patrones de consumo, reduciendo el gasto en bienes y servicios no esenciales o buscando alternativas más económicas.
  • Mayor incertidumbre: La inflación subyacente genera incertidumbre sobre la evolución futura de los precios, lo que puede afectar las decisiones de consumo e inversión de los hogares.

Empresas:

  • Aumento de los costes de producción: Las empresas se enfrentan a un aumento en los costes de producción debido al incremento en los precios de las materias primas, la energía y los salarios.
  • Presión sobre los márgenes de beneficio: El aumento de los costes de producción puede presionar los márgenes de beneficio de las empresas, especialmente si no pueden trasladar completamente el aumento de costes a los precios finales.
  • Necesidad de ajustar estrategias: Las empresas pueden verse obligadas a ajustar sus estrategias de precios, producción e inversión para adaptarse al entorno inflacionario.

En conclusión, la inflación subyacente es un factor clave en la economía actual y su evolución tiene importantes implicaciones para consumidores y empresas. Es fundamental comprender las tendencias recientes de la inflación subyacente y sus posibles consecuencias para tomar decisiones informadas tanto a nivel individual como empresarial.

Críticas y limitaciones de la inflación subyacente

Si bien la inflación subyacente es una herramienta útil para el análisis económico y la toma de decisiones de política monetaria, no está exenta de críticas y limitaciones. Es importante tener en cuenta estos aspectos a la hora de interpretar y utilizar este indicador.

Argumentos en contra de su uso

  • Exclusión arbitraria de componentes: La elección de los componentes que se excluyen del IPC para calcular la inflación subyacente puede ser considerada arbitraria. Algunos críticos argumentan que la exclusión de alimentos y energía, por ejemplo, no refleja la realidad del coste de la vida para los consumidores, ya que estos productos representan una parte importante del gasto de los hogares.
  • Pérdida de información relevante: Al excluir ciertos componentes, la inflación subyacente puede perder información relevante sobre la dinámica de los precios en la economía. Por ejemplo, un aumento en los precios de la energía puede tener un impacto significativo en los costes de producción y en la inflación general, incluso si se excluye del cálculo de la inflación subyacente.
  • Dificultad para predecir la inflación futura: Algunos estudios han demostrado que la inflación subyacente no siempre es un buen predictor de la inflación futura. Esto se debe a que los factores que influyen en la inflación subyacente pueden cambiar con el tiempo y a que la inflación general puede verse afectada por shocks inesperados que no se reflejan en la inflación subyacente.
  • Falta de un estándar universal: No existe un estándar universal para el cálculo de la inflación subyacente. Cada país e institución puede utilizar diferentes métodos y excluir diferentes componentes, lo que dificulta la comparación entre países y la interpretación de los resultados.

En un contexto de Inflación moderada, donde los precios de alimentos y energía se mantienen relativamente estables, la inflación subyacente puede ser un indicador útil para evaluar la tendencia inflacionaria a largo plazo. Sin embargo, en situaciones de alta volatilidad en los precios de estos componentes, la inflación subyacente puede perder relevancia y ser menos informativa.

Posibles alternativas

Ante las limitaciones de la inflación subyacente, se han propuesto algunas alternativas para medir la inflación:

  • Índice de precios al consumidor armonizado (IPCA): Es un índice de precios comparable a nivel internacional que se utiliza en la Unión Europea. El IPCA incluye una canasta más amplia de bienes y servicios que el IPC de algunos países y se calcula de forma armonizada para facilitar la comparación entre países.
  • Índices de precios basados en transacciones: Utilizan datos de transacciones reales para calcular la inflación, en lugar de basarse en encuestas de precios. Estos índices pueden ser más precisos y reflejar mejor la dinámica de los precios en la economía.
  • Medidas de inflación basadas en expectativas: Utilizan encuestas a consumidores y empresas para medir las expectativas de inflación futura. Estas medidas pueden ser útiles para predecir la inflación a corto plazo.

En definitiva, la elección del indicador de inflación más adecuado dependerá del objetivo del análisis y del contexto específico. Es importante tener en cuenta las limitaciones de cada medida y utilizar una combinación de indicadores para obtener una visión más completa de la dinámica de la inflación.

Ejemplos reales de inflación subyacente

Para comprender mejor el concepto de inflación subyacente, es útil analizar algunos ejemplos reales de cómo se ha manifestado en diferentes países y contextos económicos.

1. Estados Unidos en la década de 1970:

Durante la década de 1970, Estados Unidos experimentó un período de alta inflación, impulsada en gran medida por el aumento de los precios del petróleo. Sin embargo, incluso después de que los precios del petróleo se estabilizaron, la inflación subyacente se mantuvo elevada, lo que indicaba que existían presiones inflacionarias subyacentes en la economía. Esto llevó a la Reserva Federal a implementar políticas monetarias restrictivas para controlar la inflación.

2. España en la década de 1980:

España también experimentó un período de alta inflación en la década de 1980. En este caso, la inflación subyacente se vio impulsada por el aumento de los salarios y los costes de producción. El gobierno implementó un plan de estabilización económica que incluía medidas para controlar los salarios y reducir el déficit público, lo que contribuyó a reducir la inflación subyacente.

3. Japón en la década de 1990:

Japón sufrió un período de deflación en la década de 1990, caracterizado por una caída generalizada de los precios. Sin embargo, la inflación subyacente se mantuvo en niveles positivos, lo que indicaba que la deflación era principalmente un fenómeno cíclico y no estructural. El Banco de Japón implementó políticas monetarias expansivas para combatir la deflación, pero la inflación subyacente se mantuvo baja durante un período prolongado.

4. Zona Euro en la actualidad:

En la actualidad, la Zona Euro se enfrenta a un aumento de la inflación subyacente, impulsada por la recuperación económica post-pandemia, las disrupciones en las cadenas de suministro y el aumento de los precios de la energía. El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido una política monetaria expansiva durante un período prolongado, pero ha comenzado a reducir gradualmente sus estímulos ante el aumento de la inflación.

5. América Latina en la actualidad:

Varios países de América Latina están experimentando un aumento de la inflación subyacente en los últimos años. Esto se debe a una combinación de factores, como la depreciación de las monedas locales, el aumento de los precios de los alimentos y la energía, y las presiones salariales. Los bancos centrales de la región han respondido con un aumento de las tasas de interés para controlar la inflación.

Estos ejemplos muestran que la inflación subyacente puede manifestarse en diferentes contextos económicos y estar impulsada por diversos factores. Su análisis es fundamental para comprender la dinámica de la inflación y para tomar decisiones de política económica acertadas.

Preguntas frecuentes

A continuación, respondemos algunas preguntas frecuentes sobre la inflación subyacente que pueden surgir al profundizar en este concepto:

¿Cómo se relaciona la inflación subyacente con la inflación general? +

La inflación subyacente es un componente de la inflación general, pero excluye los elementos más volátiles como alimentos y energía. La inflación general refleja el cambio en el coste de la vida en general, mientras que la subyacente muestra la tendencia inflacionaria a largo plazo.

¿Por qué es importante la inflación subyacente para los inversores? +

La inflación subyacente ayuda a los inversores a evaluar el rendimiento real de sus inversiones. Si la inflación subyacente es alta, el rendimiento real de las inversiones puede ser menor de lo esperado.

¿Puede la inflación subyacente ser negativa? +

Sí, la inflación subyacente puede ser negativa, lo que significa que los precios de los bienes y servicios excluyendo alimentos y energía están disminuyendo. Esto se conoce como deflación subyacente.

¿Qué impacto tiene la inflación subyacente en los salarios? +

La inflación subyacente puede influir en las negociaciones salariales. Si la inflación subyacente es alta, los trabajadores pueden exigir aumentos salariales para compensar la pérdida de poder adquisitivo.

¿Cómo puedo protegerme de la inflación subyacente? +

Diversificar las inversiones, invertir en activos que se revaloricen con la inflación (como bienes raíces o materias primas) y ajustar los gastos a la inflación son algunas estrategias para protegerse de la inflación subyacente.

Conclusión

La inflación subyacente es un indicador económico crucial que proporciona una visión más precisa de la tendencia inflacionaria a largo plazo, al excluir los componentes volátiles del IPC. Su análisis es fundamental para la toma de decisiones de política monetaria por parte de los bancos centrales, así como para la planificación financiera de empresas e individuos. Comprender la dinámica de la inflación subyacente y su relación con la inflación general es esencial para navegar en el complejo mundo de las finanzas y la contabilidad.

Dominar el concepto de inflación subyacente y sus implicaciones permite a los estudiantes de economía y finanzas desarrollar una comprensión más profunda del funcionamiento de la economía y los mercados. Además, les proporciona herramientas para analizar la información económica, tomar decisiones financieras informadas y comprender el impacto de la inflación en diferentes ámbitos, desde la política monetaria hasta las finanzas personales.

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