Las finanzas personales son un aspecto fundamental en la vida de cualquier persona. Sin embargo, muchas veces no se les da la importancia debida o no se cuenta con las herramientas necesarias para llevarlas de forma óptima. En este artículo explicaremos el enfoque de las finanzas funcionales y cómo aplicarlo de manera sencilla en la vida diaria para mejorar nuestra situación económica.
Concepto de finanzas funcionales
Las finanzas funcionales hacen referencia a gestionar de forma proactiva y consciente el dinero que ingresa y sale de nuestro poder adquisitivo mes a mes. Se trata de entender que el dinero es una herramienta que podemos administrar de la mejor manera posible para cumplir nuestros objetivos y darle un uso eficiente y planificado.
Con las finanzas funcionales no solo miramos el presente, sino que también proyectamos nuestra situación económica futura teniendo en cuenta variables como ingresos, gastos, ahorros e inversiones. De esta forma, podemos tomar decisiones financieras informadas que nos permitan alcanzar metas como independencia financiera.
Otro pilar importante es registrar y categorizar todos nuestros movimientos de dinero, ya sean ingresos o egresos. Esto nos da transparencia sobre en qué estamos gastando y nos ayuda a identificar áreas de oportunidad para mejorar el manejo de nuestros recursos.
Ventajas de llevar finanzas funcionales
- Mayor control y conocimiento de nuestra situación financiera en todo momento.
- Posibilidad de alcanzar metas financieras a corto, mediano y largo plazo como ahorrar para una casa o la jubilación.
- Reducción de gastos innecesarios mediante el monitoreo y registro de los mismos.
- Mayor capacidad de ahorro al mes al eliminar fugas de dinero y priorizar gastos importantes.
- Menor exposición a deudas y préstamos al contar con fondos de emergencia.
- Reducción del estrés financiero al tener claridad sobre nuestra capacidad de pago.
¿Cómo empezar a llevar finanzas funcionales?
Los primeros pasos para comenzar a llevar un control funcional de las finanzas son:
- Definir metas financieras a corto, mediano y largo plazo en áreas como ahorro e inversión.
- Registrar ingresos fijos como sueldo y gastos fijos mensuales como alquiler, servicios, etc.
- Llevar un registro de gastos variables en categorías como alimentación, transporte, ocio, etc.
- Hacer un presupuesto mensual realista en base a ingresos y gastos.
- Buscar ahorros posibles revisando facturas y hábitos de consumo.
- Aprender sobre finanzas básicas mediante cursos y literatura del tema.
Las áreas funcionales de la empresa y su pilar: Finanzas
Las principales áreas funcionales de una empresa son Finanzas, Recursos Humanos, Producción, Comercialización y Tecnologías de la Información. Cada una cumple un rol específico que aporta valor a la organización.
Las finanzas son el pilar fundamental, ya que su objetivo es asegurar la liquidez necesaria para que la empresa pueda funcionar de manera fluida y cumplir con sus obligaciones de pago. Entre las funciones financieras se encuentran la contabilidad, control de costos, presupuestos, impuestos, flujo de caja y análisis financiero. Una adecuada gestión financiera permite tomar decisiones estratégicas clave.
Relación entre la función finanzas y otras áreas funcionales
Las finanzas trabajan de manera estrecha con otras áreas como contabilidad y finanzas. La contabilidad se encarga de registrar todas las transacciones económicas de la empresa y generar estados financieros. Esta información es fundamental para el área financiera, ya que sobre esa base realizan análisis, toma de decisiones e informes a la gerencia y accionistas.
Con recursos humanos comparten la administración de nóminas y beneficios para el personal. Mientras que con comercialización definen políticas de cobranza y establecen lineamientos en materia de crédito para clientes. Con producción, las finanzas se aseguran de que haya capital de trabajo suficiente para la adquisición de insumos, maquinaria y operaciones del día a día.
Principios de las finanzas funcionales
Existen algunos principios básicos que rigen una correcta gestión financiera funcional:
- Transparencia: Tener claridad y acceso a la información financiera en todo momento.
- Planificación: Establecer objetivos y metas financieras a corto, mediano y largo plazo.
- Control: Monitorear ingresos, gastos, ahorros e inversiones de forma periódica.
- Previsión: Analizar escenarios futuros y prever imprevistos mediante fondos de emergencia.
- Ahorro e inversión: Destinar una parte de los ingresos a objetivos de largo plazo que generen rendimientos.
- Disciplina: Apegarse al presupuesto planeado evitando gastos innecesarios.
- Educación: Capacitarse constantemente en temas financieros para tomar mejores decisiones.
¿Cómo puede la gestión financiera funcional impulsar el crecimiento empresarial?
Una gestión financiera funcional permite a las empresas:
- Contar con capital de trabajo suficiente para expansión de operaciones y nuevos proyectos.
- Tener acceso a financiamiento externo mediante una buena calificación crediticia.
- Optimizar recursos mediante análisis de costos y rentabilidad de procesos.
- Tomar decisiones estratégicas oportunas basadas en información financiera confiable.
- Mitigar riesgos mediante un adecuado manejo de flujo de efectivo, endeudamiento e inversiones.
Herramientas para llevar un control funcional de tus finanzas
Existen diversas herramientas que podemos utilizar para llevar un registro ordenado de nuestras finanzas:
- Planillas de cálculo: Excel u OpenOffice Calc son ideales para crear presupuestos, registrar gastos e ingresos, y hacer análisis.
- Aplicaciones móviles: Algunas apps gratuitas y sencillas son Money Lover, Money Manager, Expense Manager ITC y Spendee. Permiten llevar un control desde el celular.
- Programas de escritorio: Programas como GnuCash o HomeBank son más completos y están diseñados específicamente para finanzas personales.
- Herramientas web: Sitios como Mint, You Need a Budget (YNAB) y Personal Capital ofrecen opciones en línea para registrar transacciones desde cualquier dispositivo.
- Tarjetas de crédito: Algunas envían resúmenes detallados por correo electrónico o permiten exportar los gastos a planillas de cálculo.
- Bancos: La mayoría de entidades bancarias brindan estados de cuenta descargables que facilitan el seguimiento.
Es importante elegir la herramienta que más se ajuste a nuestras necesidades y hábitos de uso, ya sea desde una PC o en movil.
Preguntas frecuentes
A continuación, respondemos a algunas de las dudas más comunes sobre finanzas funcionales:
¿Se necesita mucho tiempo para llevar finanzas funcionales?
Generalmente se requieren de 15 a 30 minutos diarios para registrar gastos e ingresos, y 1 hora semanal para revisar el presupuesto y tomar decisiones. Con disciplina y organización no debería ser una tarea engorrosa.
¿A qué edad se puede empezar a llevar finanzas funcionales?
Desde la adolescencia se pueden ir desarrollando hábitos de ahorro y registro de gastos. No obstante, lo ideal es comenzar en la edad adulta joven cuando se cuentan con ingresos propios.
¿Se necesita tener conocimientos avanzados de finanzas?
No es necesario ser un experto. Con conceptos básicos de ingresos, gastos, ahorro e inversión es suficiente para iniciar un control funcional.
¿Sirve de algo llevar finanzas funcionales si no se gana mucho?
Sí, aplicar principios básicos permite aprovechar mejor los recursos disponibles y prepararse para el futuro aun con ingresos limitados.
Conclusión
Llevar un control funcional de las finanzas personales es una práctica fundamental para alcanzar estabilidad y bienestar económico a lo largo de la vida. Aunque requiere disciplina y constancia, los beneficios son múltiples en términos de ahorro, inversión y libertad financiera. Esperamos que este artículo brinde las herramientas necesarias para que cualquier persona pueda empezar a administrar sus recursos de forma ordenada y efectiva.