Las finanzas verdes son cada vez más importantes para estudiantes y futuros profesionales que quieren tomar decisiones financieras respetando el planeta.
¿Qué son las finanzas verdes?
Las finanzas verdes se refieren a aquellas inversiones y productos financieros que tienen en cuenta el impacto medioambiental y de sostenibilidad. Se centran en apoyar sectores como las energías renovables y la eficiencia energética, que ayudan a mitigar el cambio climático. De esta forma, invierten en empresas y proyectos comprometidos con la protección del planeta.
Este tipo de inversiones aplican criterios éticos y sociales para excluir a aquellas compañías que no cumplen con estándares medioambientales y de buen gobierno. Se busca que las carteras de inversión midan y reduzcan sus emisiones contaminantes.
El objetivo principal de las finanzas verdes es alinear los recursos económicos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París. De esta forma, se contribuye a construir un futuro más respetuoso con el medio ambiente y con las personas.
Importancia de las finanzas verdes
Las finanzas verdes son cada vez más importantes debido a varios factores:
- Riesgos climáticos: Las empresas más expuestas a los impactos del cambio climático pueden perder valor. Invertir en sostenibilidad ayuda a mitigar este riesgo.
- Normativas: Cada vez más países regulan para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Las empresas deben adaptarse para cumplir las leyes.
- Preferencias de los consumidores: Sobre todo los más jóvenes valoran cada vez más los productos y servicios respetuosos con el medio ambiente.
- Rentabilidad a largo plazo: Estudios demuestran que las inversiones sostenibles tienen un mejor rendimiento a largo plazo que las tradicionales.
Características de las finanzas verdes
- Miden y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a las inversiones.
- Excluyen sectores contaminantes como el carbón, el petróleo o la ganadería industrial.
- Apoyan proyectos de energías renovables, movilidad eléctrica y eficiencia energética.
- Aplican criterios éticos, sociales y de buen gobierno corporativo.
- Buscan el máximo impacto positivo medioambiental y social con cada inversión.
¿Cómo es la hoja de ruta de finanzas verdes?
La hoja de ruta de las finanzas verdes se basa en alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030 y lograr la neutralidad de carbono en 2050, tal y como establece el Acuerdo de París.
Esto requiere una transición hacia modelos de negocio bajos en carbono, fomentando la innovación en sectores como la energía renovable, la movilidad eléctrica y la eficiencia energética.
Asimismo, es necesario que los bancos centrales, reguladores y empresas financieras midan, publiquen y reduzcan progresivamente las emisiones asociadas a sus carteras de inversión.
¿En qué países de Latinoamérica se conoce sobre las finanzas verdes?
- Perú: Cuenta con la Alianza Financiera Perú Carbono Neutral que promueve proyectos de reducción de emisiones.
- Bolivia: No existe mucha cultura de finanzas verdes pero impulsa proyectos de energías renovables.
- Chile: Lidera con el Green Bond en Latinoamérica y la Bolsa Interconexión Sustentable (BIS).
- Colombia: Trabaja en una taxonomía verde y regulación de reportes de sostenibilidad financiera.
- Ecuador: Fomenta proyectos de energía eólica y geotérmica para reducir la dependencia de hidroeléctricas.
- México: Emite deuda verde y trabaja con el Banco Mundial en una plataforma de finanzas verdes.
Ejemplos de finanzas verdes
- Bonos verdes: Emisiones de deuda por empresas u organizaciones para financiar proyectos sostenibles como parques eólicos, transporte público eléctrico, etc. El dinero se destina a iniciativas medioambientales concretas.
- Fondos de inversión ISR (Investment Socialmente Responsable): Invierten en empresas comprometidas con el medio ambiente, buen gobierno y condiciones laborales. Miden el impacto no financiero de las compañías.
- Microfinanzas verdes: Prestan dinero a pequeños emprendedores de sectores como agricultura ecológica, energías renovables o reciclaje, contribuyendo a comunidades locales.
¿Cómo se administra el consejo consultivo de las finanzas verdes?
El consejo consultivo de las finanzas verdes, también llamado «mesa de finanzas verdes», está formado por representantes del sector público, bancos, aseguradoras y fondos de inversión.
Se reúnen periódicamente para definir la hoja de ruta del país en esta materia, proponiendo regulaciones y estímulos que promuevan la transición hacia una economía baja en carbono.
Asimismo, asesoran a las autoridades en la creación de instrumentos financieros verdes como los bonos antes mencionados. Su objetivo final es movilizar los recursos necesarios para alcanzar los compromisos climáticos adquiridos.
¿Cuál es la taxonomía de este tipo de finanzas?
La taxonomía de las finanzas verdes define las actividades económicas sostenibles que pueden ser financiadas por instrumentos como los bonos verdes. Algunos de los proyectos que maneja son:
- Energías renovables: Parques eólicos, solares, mareomotores, biomasa.
- Eficiencia energética: Aislamiento de edificios, iluminación LED, sistemas de gestión energética.
- Transporte limpio: Vehículos eléctricos, cargadores, transporte público eléctrico, carriles bici.
- Gestión sostenible del agua y aguas residuales: Tratamiento de aguas, recuperación de recursos, regadío eficiente.
- Economía circular: Reciclaje, compostaje, gestión de residuos, eco-diseño, reutilización.
- Protección de ecosistemas: Restauración de suelos, reforestación, áreas protegidas, turismo responsable.
¿Cómo impulsar las finanzas verdes?
Existen varias vías para promover las finanzas verdes:
- Regulación: Establecer estándares de reporte de sostenibilidad y taxonomías claras de actividades verdes.
- Incentivos fiscales: Deducir impuestos por inversiones en proyectos de energías renovables u otros sectores verdes.
- Formación: Educar a profesionales financieros en criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno) para impulsar una cultura sostenible.
- Alianzas público-privadas: Colaboración entre gobiernos, bancos centrales y sector privado para movilizar capital hacia iniciativas verdes.
- Transparencia: Exigir a empresas reportar y certificar sus emisiones de carbono y riesgos climáticos para concienciar a inversores.
Relación de las finanzas verdes y sostenibles
Las finanzas verdes son un componente clave de las finanzas sostenibles, ya que permiten movilizar capital hacia proyectos de descarbonización que mitigan el cambio climático.
No obstante, las finanzas sostenibles abarcan otros factores ASG como la igualdad de género, las condiciones laborales, los derechos humanos y la gobernanza responsable de las empresas.
Su objetivo final es impulsar un modelo económico que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer las generaciones futuras.
Beneficios de aprender sobre finanzas verdes
Algunos de los beneficios de capacitarse sobre finanzas verdes son:
- Curso en finanzas verdes: Permiten entender los conceptos básicos de forma accesible y práctica, ideales para estudiantes.
- Diplomado finanzas verdes: Profundizan los conocimientos para aplicar criterios ASG en la toma de decisiones financieras al nivel ejecutivo.
- Certificado de experto en finanzas verdes: Acreditan conocimientos avanzados en estándares internacionales, regulaciones y nuevos instrumentos financieros verdes.
- Maestría en finanzas verdes: Ofrecen una visión integral para liderar la transición hacia modelos de negocio sostenibles desde áreas financieras, de riesgos o inversiones.
Otros beneficios fundamentales al aprender de finanzas verdes son:
- Mejorar el perfil profesional en un sector en rápido crecimiento y alta demanda.
- Comprender los riesgos emergentes relacionados con el clima para tomar decisiones informadas.
- Conocer nuevas oportunidades de negocio vinculadas a la economía baja en carbono.
Conclusión
A través de este artículo hemos visto la importancia de las finanzas verdes y sostenibles para alinear el sistema financiero con los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático. Cada vez son más las empresas, inversores e instituciones que se suman a esta tendencia para gestionar mejor los riesgos emergentes y aprovechar las oportunidades de la transición ecológica.
Queda mucho camino por recorrer pero iniciativas como las taxonomías verdes, los bonos sostenibles y la formación de profesionales financieros permitirán impulsar con mayor fuerza este tipo de inversiones. Solo trabajando de forma colaborativa entre todos los agentes, podremos construir un futuro más respetuoso con el planeta y las generaciones futuras.